Hoy estás en mi café.
No sé cómo
te has posesionado de mi taza.
Te aspiro en el humo
que lentamente se eleva.
Taza-blanca, café-negro.
El contraste de colores
me sugiere ying-yang,
tristeza y alegría,
amor y desamor.
Ayer te busqué.
Te busqué en el café
y no estabas, solo café,
la taza, y el humo
que subía a ratos.
Hoy sí estás en mi café.
Acaricio el asa,
siento tu piel.
Tomo pequeños sorbos
y entras en mí.
Sin título
Hace 10 años