viernes, 22 de agosto de 2008

Y sigo siendo aquella adolescente...

Hoy cumplen 15 años unos versos que escribí, un día como hoy, en el siglo pasado. Cualquiera diría la manida frase: "parece que fue ayer", pero no, hoy esos versos han alcanzado los anhelados 15 años de cualquier jovencita y quiero dedicarles un vals.

Los años pasan
y yo sigo adolescente.
Creo en la poesía del siglo XIX.

Me enredo en la inocencia
de mi romanticismo.

Debo prepararme
para vivir en el siglo XXI

Lo prometo.
Creceré.

Aquel aroma

Ese aroma
que me embriaga
y que mi memoria
—en su otoño—
no identifica.

Decido buscarlo,
me levanto,
ato mis cabellos
con la ternura
de tus recuerdos,
me calzo de esperanza
y envuelta en una nube rosa
desando los pasos…

Llego a la playa,
donde me reconoce
la caracola
donde aún la arena
guardaba mis huellas,
aspiro el aroma
del mar que me acaricia.

Pero…
no es el recuerdo del mar
que me trae aquel aroma
que no logro identificar
… ¿serás tú?

Ella es tímida

Ella es tímida.
¿Acaso no lo sabías?
Su timidez a veces la calla,
pero en ocasiones le provoca
un torrente de palabras
que subyuga.

Ella es tímida.
¿No lo sabías?
Su timidez ha hecho
que no conozcas su poesía
y que de sus intimidades
ni yo me haya enterado.

Ella es tímida.
¿Lo sabías?
Pero su timidez es bella,
cándida, inocente,
y es por eso, quiero que sepas,
que tanto la amo.

Intento de poema

Casi siempre es de noche.
Casi siempre es un duende.
O quizá una viejecita.
O quizá un niño travieso.
O quizá los tres.

Hacen malabares con las frases,
crucigramas con los verbos,
rompecabezas con los sustantivos,
y reparten adjetivos y adverbios
como en un juego de naipes.

Es en ese momento
en que nos parece
tener listo el poema.
Unos lo logran,
otros, solo llegan al intento.