Ese aroma
que me embriaga
y que mi memoria
—en su otoño—
no identifica.
Decido buscarlo,
me levanto,
ato mis cabellos
con la ternura
de tus recuerdos,
me calzo de esperanza
y envuelta en una nube rosa
desando los pasos…
Llego a la playa,
donde me reconoce
la caracola
donde aún la arena
guardaba mis huellas,
aspiro el aroma
del mar que me acaricia.
Pero…
no es el recuerdo del mar
que me trae aquel aroma
que no logro identificar
… ¿serás tú?
Sin título
Hace 10 años
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