domingo, 1 de junio de 2008

Glosa a Carilda

Tuve el honor de conocer a la gran poetisa matancera Carilda Oliver Labra. Su dulzura me inspiró esta glosa que sé le gustó mucho, algo que me emocionó extraordinariamente.

Amado: cuando yo duerma,
Cuídame tu mano mala:
Siempre supe que es un ala
Que aquí en la tierra se enferma.
Carilda

Quiero verte en la aurora
y que en la bruma me beses,
acunarme en tus reveses
y sentir a cada hora
esta paz consoladora:
toda mi albura en tu esperma
y que esta, mi tierra yerma,
al final deje de serlo
para que tú puedas verlo,
amado, cuando yo duerma.

Y dormiré en tu regazo
para soñar con tus besos,
tus caricias, y con esos
susurros y con tu abrazo.
No, amor, no me hagas caso,
no sé volar sin mi ala,
mejor me quedo en la sala
para cuidar de nosotros
y antes de que lleguen otros,
cuídame tu mano mala.

La mano que siempre loca
acarició mi inocencia
y derramó su presencia
en mis senos, en mi boca,
que hace tierno lo que toca,
que mi demencia hala
y que casi como bala
se adentró en todo mi ser.
Pero he de reconocer:
siempre supe que es un ala.

Ala que cuida mi aliento,
mi ilusión desvanecida,
mis recuerdos y mi vida,
y que en cada nuevo intento
perdona lo que yo siento.
Y perdóname que duerma,
siento que mi aliento merma,
deja salir mi alma pura
pues en el cosmos se cura,
que aquí en la tierra se enferma.

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